sábado, 15 de agosto de 2015

Extinction


El cine español recurre descaradamente al ámbito comercial para hacerse un hueco en la taquilla y usa los métodos habituales del cine americano llegar a este fin. El rostro del actor americano Matthew Fox que se hizo muy popular gracias a la serie "Perdidos" será el pilar fundamental que tendrá sustentar el film, junto a Jeffrey Donovan y Quinn McColgan serán los más participativos y los que inicialmente forjaran la trama a desarrollar. Esta, es muy sencilla y no tardaremos en darnos cuenta de todas las películas de de las que se nutre. Para muchos no será sino un ejercicio de plagio barato, otros no tardará en poner el grito en el cielo porque realmente no estamos ante un film de terror al uso y tan simple como  su engañoso trailer aventura.

De qué va

Una infección está afectando al ser humano, convirtiéndolo en seres violentos cuyo fin es acabar con la vida tal y como la conocemos. 9 años después Patrick, Jack y su hija Ketty sobreviven en un mundo helado sin tener constancia de otras vidas humanas y por separado. Cuando creían que la infección se había acabado reciben la visita de una criatura que les hará replantearse su situación.



Soy Leyenda?
El esbozo argumental nos recuerda principalmente al film de Francis Lawrence "I'm a Legend" (2007) basada en el relato de Richard Matheson, aparentemente la similitud es muy evidente, pero no tanto una vez que el desarrollo comienza a elaborarse. Extinction no tiene la pericia dramática de aquella, y no será porque no lo intenta, aunque desde otro punto de vista, ya que Robert Neville (Will Smith) buscaba desesperadamente alguien que diera sentido a su existencia y en Extinction es la falta de sentimientos lo hace imposible el acercamiento entre los tres principales protagonistas. La falta de empatía ("no te acerques a ella") tiene una explicación que lógicamente no desvelaré, pero está tan llevada al extremo que por momentos carece de sentido en un entorno tan hostil. Esto quizás es lo que a más de uno le decepcionará, especialmente a aquel que espere un film de terror, las criaturas que nos recuerdan a aquellas que vimos en "The Descent" (Neil Marshal) tienen sus momentos de manera puntual y dosificada. Que nadie espere un asedio constante, la narración desvela la razones a medida que avanza la película.
Mucha sustancia para algo sencillo

El problema es que al final la película no encuentra un sitio en el que acomodarse, no es un drama y tampoco un film de terror, por lo que cuesta un poco adaptarse a sus cambios de ritmo. Si se hubiera decantado por un género quizás le hubiera ido algo mejor, aún así y sin desvelar nada trascendente, tampoco diría que esto sea un gran problema, el film está bien elaborado técnicamente y capaz de trasmitir lo necesario como para que funcione dentro del marco propuesto. Una producción española, interesante, que sin ser novedosa es capaz de llamar la atención, con una buena puesta en escena y un reparto que cumple, se adapta a sus recursos y disimula sus agujeros con suficiente acierto. Vale la pena darle una oportunidad.







lunes, 24 de mayo de 2010

Avatar


El país multicolor de James Cameron

Francamente no esperaba una acogida tan abrumadora por parte del público con esta película, si bien un servidor es un declarado fan del director de “Terminator” no dejo de reconocer que no tenía demasiadas ganas de ver esta nueva película, tan publicitada, tan sonada y tan en boca de todos los medios de expresión ya sean visuales o escritos, la prensa ha hablado con y sin conocimiento de este film, unas veces contando realidades, otras sencillamente rellenando huecos con rumores infundados, el caso es que ha estado constantemente llenando páginas mucho antes de su estreno, lo cual seguramente sea para bien o para mal no la ha venido nada mal. Según el propio director y guionista, este proyecto llevaba en su cabeza desde 1995, algo que no deja de ser significativo una vez vista la película. Hay que preguntarse cuales son las motivaciones que llevaron a Cameron a llevar a efecto esta visión, por una parte ha declarado que fue el complicado trabajo tecnológico el que impidió que “Avatar” viera la luz mucho antes, algo bastante parecido a lo que sucediera con su anterior mega éxito “Titanic”, la película de los 11 Oscars se elaboró en un tiempo en el que por su historia hubiese sido imposible contarla más tarde a excepción de haber manipulado la fecha del presente en el que se cuenta la historia, pues Rose la narradora de la historia del hundimiento ya era en el 97 centenaria por tanto demasiado tardía en el tiempo como para haber esperado aún más. Cuesta creer que Cameron lleve trabajando en el guión de esta película 15 años, si por algo no es notoria, es precisamente por su frescura argumental, la cual no es sino un refrito de tópicos contados con glamour y una aparatosidad técnica brutal. Allí donde la sencillez narrativa de “Titanic” triunfaba en “Avatar” se hunde con más rapidez que el trasatlántico, la razón no es otra que la humanidad que tenían los personajes del barco es un pilar fuerte donde los tópicos por muy conocidos no impiden una fácil conexión con el gran público, por contra en “Avatar” sucede todo lo contrario, esos tópicos no sólo están muy gastados sino que los personajes al no ser reales se ven incapaces de proyectar la misma conexión con el espectador. Claro que todos estos puntos pueden quedar invalidados para todos aquellos que desconozcan aquellas películas de las “Avatar” bebe con el mayor de los descaros y quienes desconozcan la historia de “Pocahontas” o “Bailando con lobos” puede que encuentren la película de su vida, incluso “El Señor de los Anillos” puede verse reflejada en la luminosa propuesta de Cameron.

Ahora bien, el aspecto técnico del film es otro de puntos a tener en cuenta y probablemente el más destacado, si podemos ser concluyentes a la hora de juzgar su descarada insolencia narrativa, hemos de ser generosos a la hora de hacerlo con su pericia técnica, los elementos digitales fluyen por la pantalla vigorosamente sin dejar constancia de su origen informático y mostrando con inusitado realismo los personajes humanoides, con una textura y autenticidad como nunca se había visto anteriormente. El tercero de los puntos, pertenece igualmente al territorio técnico, el uso del nuevo sistema 3D era otro de los reclamos del director, no deja de ser curioso como a raíz del anuncio de “Avatar” han ido apareciendo una legión de películas en este sistema que se la han anticipado, seguramente de manera deliberada. El sistema tridimensional le aporta la profundidad de campo pretendida por el director, esto es que Cameron quería una participación más cercana del espectador sin recurrir al efectismo de arrojar objetos contra pantalla, algo en lo que ha manifestado bastante incomodidad.
De este modo ¿qué conclusión podemos sacar de “Avatar”? ¿es una buena película? ¿mala? ¿regular?, entiendo que la experiencia a de ser personal, por lo que a mí respecta no afirmaría rotundamente que se trata de una mala película, pero no me cabe la menor duda de que tampoco se trata de una buena película, el tiempo juzgará lo que hoy es un fenómeno social impactante y económicamente rentable, el resto cada uno juzgará según su propio criterio.

lunes, 9 de febrero de 2009

Jason eterno (La saga de “Viernes 13”)

Antes de leer conviene tener en cuenta que este artículo desvela detalles fundamentales del desarrollo de las películas de las que se habla.

En 1978 John Carpenter inauguraba por decirlo de alguna forma, un nuevo género de terror más conocido como “slasher” destinado a un público juvenil animado por las emociones fuertes, con “Halloween” Carpenter logró un inesperado éxito ya que su cinta de bajo presupuesto logró situar al director en una adelantada situación que indudablemente beneficiaría su carrera futura. Y en Hollywood son conscientes de que cuando algo sale bien no hay que desperdiciar la ocasión de volver a repetirlo.
Aunque cito “Halloween” como el film que de alguna manera abrió el filón de este género (“slasher” es algo así como “acuchillar) su película florece como una reinvención de dicho término ya que esta misma denominación se puede aplicar a muchas producciones anteriores cuyas andanzas tenían similitudes con esta y las que vendrían más adelante “Psicosis” de Hitchcock (1968), “Bahía de sangre” de Mario Bava (1971), “La matanza de Texas de Tobe Hooper” (1974) son algunos ejemplos de que el cine en casi todas sus magnitudes estaba trazado y todo lo que vemos no es sino variaciones sobre plantillas ya existentes. En 1980 Sean S. Cunningham dirigía “Viernes 13” otro slasher de bajo presupuesto que alcanzaría un éxito igualmente inesperado, que captaría la atención de miles de fans que no tardarían en demandar una secuela tras otra llegando a un punto en el que una historia con final parecía no tenerlo nunca. Este tipo de cine no ha sido nunca objeto de respeto por parte de la critica generalizada, lo cual sin embargo no ha impedido el éxito del mismo, siendo la ceguera de la crítica una torpe y lastimosa perspectiva incapaz de ver la verdadera naturaleza lúdica de estas películas, cuyos objetivos no eran otros que la de mantener al espectador entretenido durante sus ajustados 90 minutos de duración.
No se trata de defender o enardecer este género como si de la esencia cinematográfica más elitista se tratara, sino más bien de tratarlo con el respeto que se merece. Puede que dentro del cine estemos hablando de las hamburguesas del celuloide, quien sabe, pero el caso irrebatible es que tiene su público y demanda, cuestión por la cual merece su hueco en la historia.
Si me centro en la saga de “Viernes 13” es por el impacto que tuvo en mí en aquella época en la que como adolescente me hizo pasar ratos más que agradables, o quizás debería decir frenéticos, en cualquier caso divertidos.

Viernes 13 (1980)

La matanza en el Campamento de Crytal Lake será el inicio de esta película dirigida con Sean S. Cunningham, retrospectivamente vemos cómo dos jóvenes monitores son asesinados sin aparente motivo, años después el Campamento estará operativo como centro recreativo para niños. En el inicio de la película se aprecian los clichés que formarán parte del patrimonio repetitivo de esta y otras sagas. Un ejemplo, es esa especie de tonto del pueblo que asusta con premoniciones que por supuesto se irán cumpliendo, “todos moriréis”, “el campamento está maldito” y frases por el estilo que los lugareños y forasteros se tomarán indebidamente a guasa. A partir de ese momento el comienzo de historia se inicia en el campamento, con los preparativos para el comienzo de la temporada veraniega, la presentación de los personajes, en los que vemos un perfil superficial que no invita al espectador a dejarse cautivar demasiado por ellos. Entre el reparto como curiosidad nos encontramos a un joven Kevin Bacon en vísperas del éxito que tendría por “Footloose”, su papel no se distancia del resto del reparto y se limita a cumplir (al igual que los demás) con su objetivo que es de sobra conocido.
En esta primera entrega notamos que las futuras víctimas no se asustan de la aparición de nuestro asesino, algo en lo que se diferencia del resto de secuelas que vendrían posteriormente, lo cual no obedece a otra lógica como el hecho de que se trata de un personaje que en apariencia no asusta y se gana la confianza de sus víctimas, lo cual es una pista para el relato, así como que resta un tanto de efectividad y credibilidad al mismo. El tiempo convierte esta circunstancia en un problema, entre otras cosas porque lastra lógicas de las que no puede desprenderse puesto que resulta poco creíble que una mujer entrada en años sea capaz de perpetar semejantes hechos y aún menos que tenga la fuerza sufuciente para ejecutarlos y arrojar cuerpos por las ventanas o subirlos a lugares imposibles. Esto no resta sin embargo nada de protagonismo a la leyenda del niño ahogado en el lago y causante de la maldición que rodea el lugar, lo cual implica un cierto despiste ¿es Jason es causante de las muertes que se van produciendo?
El problema actual de la película es su mal envejecimiento, la estética delata un prematuro declive, los asesinatos chocan con la visceralidad del cine actual, donde la elaboración de los mismos trata como es lógico de ser más impactante, aún así conserva la esencia de su nacimiento y la leyenda como el slasher que realmente es, es decir no es perfecto pero tiene una factura particular que la diferencia de otras producciones que vendrían más tarde “Noche infernal”, “El tren del terror”, “San Valentín sangriento” y una eterna colección de imitaciones que no serían tan recordadas, excepto por reducidos grupos de seguidores del género.
Es igualmente de lógica pensar que quienes sean devotos seguidores de esta saga o género no buscan originalidad, sino un patrón a seguir que se repite de forma casi absoluta, incluso hoy en día. Quizás eso mismo sea la causa principal del escaso respeto que se tiene dentro de otros sectores cinematográficos. Su linealidad es sin embargo una de las razones que impulsa a la gente a seguir viendo este tipo de cine, ya que se puede juzgar de muchas maneras, pero nadie puede negar que no engaña a nadie.
“Viernes 13” tuvo a Tom Savini, todo una estrella de los efectos especiales que ayudó a dar credibilidad al relato con su extraordinario trabajo. El final de esta primera parte causó un impacto especial al ser la madre de Jason (Betsy Palmer) la ejecutora de todos los asesinatos en venganza por lo sucedido a su hijo, a la que el descuido de los monitores por sus desmadres hormonales causaron la muerte. Y es precisamente el final lo más surrealista de la película, cuando la protagonista y única superviviente (Adrienne King) parece estar a salvo en una canoa y Jason emerge del lago (en uno de los sustos más recordados) para arrastrarla con ella hacia el fondo y pasar rapidamente a la habitación de un hospital donde nuestra superviviente preguntará por el niño del lago, a lo cual la responderán que no había ningún niño. Es en este punto donde la leyenda comienza a cobrar más cuerpo y se vuelve más oscura, la interpretación personal de este último acto es lo que da pie a pensar distintas hipótesis, ¿está realmente Jason allí? ¿está muerto o ha resucitado? ¿Ha sobrevivido traumática y dolorosamente desde el momento en que supuestamente se ahogó y vive en el bosque como un animal sin que nadie, ni su propia madre lo supieran? Ciertamente cualquier excusa o interpretación es válida para efectuar una inevitable continuación.
El Blu-ray: Actualmente la película está editada por Warner en nuestro país, al parecer los derechos de explotación internacionales le corresponden a esta distribuidora, a diferencia del resto de películas, editadas por Paramount, a excepción de la 9ª parte inédita en España y “Jason X”, perteneciente a New Line Cinema.

Sin duda la reciente incoporación del formato Blu-ray es la opción perfecta para visionar de nuevo este clásico, la calidad del mismo es excelente, teniendo como aliciente la inclusión de una nueva pista Dolby True-HD que le aporta un importante plus de credibilidad y ayuda de una manera considerable a paliar el paso del tiempo, la música suena estupendamente y crea mayor tensión que la pobre pista en castellano monofónica, sin duda se recomienda su visionado en versión original. Otro de los apartados interesantes se centra en el apartado de extras, éstos son abundantes y muy interesantes a excepción del audiocomentario que como siempre Warner tiene la mala costumbre de no subtitular, el resto sí lo está y está compuesto por "Regreso a Crystal Lake, el reparto habla en una convención, "La reunión de Viernes 13", "Cortes frescos", "El hombre tras el legado", "Las crónicas de Viernes 13". Sin duda un disco que hará las delicias de cualquier fan, como nota cabe destacar que también se ha editado en DVD.
Como curiosidad sobre esta edición cabe destacar la carátula en la aparece la máscara de Jason (que no aparece) y su figura que tampoco aparece, un reclamo publicitario tan efectivo como engañoso.

Viernes 13 (2ª Parte) (1981)

Casi sin tiempo para plantear cuestiones que no dejan de ser meras licencias artísticas sobre la explicación y desenlace del primer capítulo nos encontramos con la 2ª parte. Al haber perdido la cabeza literalmente, era de esperar que la Sra. Voorhees no fuera la protagonista en esta ocasión, si bien nos dejó una buena sorpresa como planteamiento no deja de ser cuestionable que una mujer entrada en años pudiera perpetrar semejante matanza, arrojando cadáveres por las ventanas como si de muñecos se tratara, aunque como he citado antes son circunstancias que funcionan gracias a la magia del cine, evitando hacer preguntas que no tienen una respuesta coherente.
En esta ocasión el comienzo se traza como un enlace con los acontecimientos pasados, vemos a Alice (Adrienne King) la única superviviente sufriendo pesadillas que la recuerdan constantemente lo sucedido y de manera directa conecta al espectador con lo mismo por si acaso alguno se perdió la película de Cunningham. El trauma la durará poco pues unos pies amenazadores aventuran que algo nada bueno la va a pasar a nuestra “protagonista”, como presentimos la caducidad de Alice es inminente y termina brutalmente asesinada.
Steve Miner colaborador en la primera película toma las riendas en este segundo acto dando un giro a la forma en la que es presentado el asesino. Bajo mi punto de vista esta es la mejor de las películas de la saga, respeta sus principios y la identidad del asesino es mucho más ardua que la de una mujer mayor sedienta de venganza. En esta ocasión, la satisfacción de matar como motivación es más feroz y produce mayor incomodidad, entre otras cosas porque Jason no tiene una apariencia tan cándida como la de su veterana madre. El comienzo ofrece el primero de los planteamientos importantes, eso sí depende con los ojos que se mire y la importancia que se le pretenda dar, ¿si Jason fue la causa de la venganza de su madre, cómo es que sigue vivo? La respuesta está en el interior de cada uno, la conclusión final fue la de que una especie de espectro o fantasma de Jason niño trataba de arrastrar a Alice hacia el fondo del lago en lo que finalmente se destacó como una pesadilla de la joven. La cuestión ahora es si queremos creer que Jason vuelve de entre los muertos para convertirse ahora él en el vengador de su madre o simplemente no pereció ahogado en el lago y vivió en el bosque al margen de la sociedad y su propia madre a la que observó (suponemos) mientras era decapitada, trauma que desarrolla su instinto asesino. Lo demás es similar en su trazado a lo ya conocido, los jóvenes campistas que pretenden abrir el campamento y la leyenda en torno él que ellos mismos cuentan junto al fuego y tomándoselo a la ligera, el añadido de personajes similares a los que se les une un minusválido para dejarnos claro que Jason no hace distinciones con las discapacidades y el habitual descontrol de testosterona juvenil. La parte final es siempre clónica, la chica más recatada y responsable es perseguida mientras por el camino se encuentra con el resto de sus compañeros menos afortunados, tendrá al igual que en el primer capítulo un susto final que dejará nuevamente las cosas a la interpretación personal.
En el aspecto musical Manfredini sigue en la misma línea, el siseo clásico y amenazante de la presencia asesina, muy en la línea de Bernard Herrmann en Psicosis, película a la cual se hace varias reseñas a modo de homenaje, como el primer plano del cuchillo buscando su víctima (todo un clásico dentro del slasher) o más en preciso con el santuario que Jason tiene en su morada donde la cabeza decapitada de su madre descansa sobre una mesa.
El Blu-ray: Recientemente Paramount a reeditado esta película en una edición especial que cuenta con diversos extras interesantes. El master utilizado parece el mismo que en la anterior edición sólo que en HD luce con una nitidez considerable comparado con lo que habíamos podido ver hasta ahora, igualmente podemos degustar una nueva pista de audio inglés que pasa de un sencillo mono a un agradecido Dolby Digital True-HD que sin ser especialmente espectacular aprovecha considerablemente la banda sonora y algunos matices sonoros para el ambiente. Los extras son “Dentro de los recuerdos de Crystal Lake”, “El legado de Viernes: Congresos de terror”, el mejor y más interesante es “Jason para siempre” que es una reunión de los distintos interpretes de Jason en los que durante media hora hablan de su experiencia en el rodaje, también cuenta con el trailer cinematográfico.
Viernes 13 (3ª Parte) (1982)

El tercer encuentro se inicia con final del segundo capítulo, este es exactamente el mismo hasta el momento en que Amy Steel da el machetazo definitivo a Jason y “acaba con él”, en la secuencia original que nos muestra un susto final con Jason atravesando la ventana es extirpada por lo confuso que resulta y por tanto en esta tercera parte se añade a Jason arrastrándose por el suelo y desapareciendo.
La peculiaridad de esta película radica en la forma que fue filmada en su momento, exhibida en 3-D para causar un impacto mayor, algo que en aquella época hizo alguna otra película como “Jaws 3-D (El gran tiburón)” (1983) de Joe Alves. Lo interesante de esta manera de ver la película es la sensación lúdica que proporciona, los efectos creados específicamente para ser disfrutados de esta forma, lo malo es su nulo sentido al ser visionados en 2-D donde pierden toda su gracia. Otra de las curiosidades o detalles que llaman la atención es que de toda la saga ha sido la única rodada en formato 2:35, el resto fueron grabadas en 1:78, el cambio de formato pudiera deberse al modo 3-D quizás o simplemente a la decisión tomada por Steve Miner director también de la segunda parte tratando de aportar una nueva perspectiva artística. Miner fue el único director que repitió en la labor de realizador, no así Harry Manfredini que en la misma línea utiliza el mítico siseo y sigue con el instrumental de cuerda recordándonos al “Psicosis” de Herrmann, salvando las distancias naturalmente. En esta ocasión introduce un tema electrónico muy ochentero para los créditos de inicio que posteriormente podemos escuchar de fondo en diversos pasajes.
Pero la anécdota más recordada está en el hecho de ser esta la película en la que Jason se pone por vez primera la famosa máscara de hockey, contrariamente a lo que un sector creía este emblema de la saga no hizo su aparición hasta este momento y se convirtió casi por casualidad en todo un hito del que ya no se desprendería. La máscara se la arranca a uno de los jóvenes protagonistas, un bobo y feo tontorrón del que fácilmente se prescinde en estas películas, el tonto en cuestión tiene la fastidiosa costumbre de fingir su muerte con efectos especiales caseros y claro, cuando gritas en Crytal Lake “que viene el lobo” constantemente...
Los jóvenes protagonistas no tienen características diferentes de sus predecesores, el patrón es similar por no decir igual, están elaborados de una forma superficial, lo cual no es de especial interés y menos aún cuando sabemos el destino que espera a la mayoría de ellos, sino de todos. A pesar de parecer un inconveniente no lo es tanto, si tenemos en cuenta que tienen un objeto y no es precisamente el de ganarse la simpatía o reconocimiento del público, los espectadores somos los pescadores y ellos son el cebo. Miner se pronuncia con oficio y comodidad, sin llegar a la altura de la segunda parte alcanza un nivel notable dentro de la saga, aunque sólo sea por los cambios introducidos y en mi opinión es el director que mejor a desarrollado e interpretado la historia, logrando que sus dos películas sean las más recordadas por los fans, con el lógico permiso del original. Las escenas son similares en desarrollo a todo lo visto, algunos de los crímenes han sido preparados para el citado 3-D, una en la ducha nos recuerda claramente “Psicosis” que interpretamos como homenaje al clásico del maestro del suspense, otros simplemente pretenden ser más impactantes. Al final volvemos a un punto similar al de las dos películas anteriores en las que la protagonista sufre una especie de sueño que no queda muy claro, si en la primera Jason niño emerge del agua, en esta ocasión será el espectro de la madre quién lo haga, aunque al final todo parezca un sueño y los planos definitivos amenacen con una no muerte de Jason, Miner deja entreabierta una puerta por lo que pudiera pasar y evidentemente pasará.

El Blu-ray: Igualmente que con la segunda parte Paramount a reeditado con una Edición Especial este film, tanto en DVD como en Blu-ray, en ambos los contenidos adicionales son los mismos. La imagen para este Blu-ray parte del mismo master que el utilizado para la antigua edición en DVD, en él se aprecian numerosos defectos en forma de manchas y abundante grano, aunque la calidad no es mala ni mucho menos dista mucho de acercarse a ser una referencia o incluso acercarse a la calidad de la segunda parte. La pista en castellano es monofónica la original ha sido remasterizada a un agradecido Dolby True-HD que da más cuerpo y sensación. La lástima es no poder disfrutar del 3-D, lo cual hubiera sido un excelente momento con motivo de su reedición. Los extras son “Cortes frescos: 3-D terror”, “El legado de la máscara”, “Películas de tajos: A por la yugular” y el trailer cinematográfico, estos son un tanto escasos pero interesantes y aportan una información que seguro será de gran entretenimiento.

Viernes 13 (4ª Parte) (Capítulo final) (1984)

Con la coletilla de “The final chapter (Capítulo final)” nos da a entender que estamos ante la conclusión de la saga, indudablemente no lo sería y a buen seguro al que se le ocurrió complementar el título de esa manera no recibiría ninguna felicitación por parte de la Paramount. Es bastante difícil de entender que se permitiera incluir esa prematura afirmación, teniendo en cuenta las vueltas de tuerca que se dan a este tipo de películas, en las que el final suele ser un punto y aparte hasta el siguiente amanecer.
El responsable de la dirección fue en esta ocasión Joseph Zito, un director desconocido cuyos logros cinematográficos se limitan a películas de serie B, quizás un poco más conocido por títulos como “Desaparecido en combate” o “Invasión USA”, junto a Chuck Norris, películas de dudosa calidad (por no decir malas) pero algo conocidas, su labor es simplemente correcta, tanto en la puesta en escena como planificación parece seguir la estela de Miner, lo cual es siempre mejor que una mala reinvención.
La aportación de esta cuarta entrega es básicamente la misma que en los casos anteriores, es decir prácticamente nada, se trata de perpetuar las mismas medidas en un nuevo film, lo que sí tiene de especial es la manera en que marca un antes y un después. Una vez vistas todas las películas se pueden dividir en 3 zonas, en la primera incluiríamos a las 4 primeras películas, la segunda estaría compuesta por la quinta entrega y la tercera pondríamos al 6,7 y 8 encuentro por su aspecto más televisivo que cinematográfico, teniendo a “Jason X” en otra escala diferente aunque sólo por el tiempo transcurrido con respecto al octavo episodio. Dejo un tanto al margen el noveno episodio por resultar casi inédito, ni siquiera ha sido rescatado para una edición sencilla en DVD, por lo que está bastante perdida en universo de la saga.
Volviendo a la cuarta parte el prólogo es un tanto diferente, si en las dos preliminares se nos recordaba el final anterior en esta ocasión y haciendo uso de ese añadido de “Capítulo final” nos hace un resumen de la trilogía en un alarde de pretender capitular la saga, una especie de “hasta aquí hemos llegado” y vamos a poner finalmente a prueba la mortalidad de Jason. Lo último que supimos de él fue que quedó tendido en el granero con un hachazo en la cabeza momento en el que comienza esta nueva aventura, trasladando el cuerpo de Jason al depósito de cadáveres, donde por supuesto desconocen que el cráneo de nuestro amigo es más duro y complicado que el de el resto de los mortales, razón por la cual se reestablece y despierta de bastante mal humor dando cuenta de unos (como siempre) calientes sanitarios. Por supuesto hay que regresar al Campamento, en esta ocasión la atención se centrará en dos puntos distintos, una familia compuesta por la madre y sus dos hijos, una joven muchacha y un jovencísimo Corey Feldman (“Gremlins”, “Los Goonies”, “Jóvenes ocultos") que es un niño obsesionado por las películas de terror y por lo tanto cuenta con un manual biológico para acabar con psicópatas asesinos, el otro punto de encuentro es el de siempre con la diferencia de que en lugar de ser unos monitores preparando un nuevo Campamento son un grupo de amigos con intención de pasarlo bien en un lugar apartado y “tranquilo”. Entre estos también nos encontramos la figura de Crispin Glover (“Regreso al futuro”, “Willard”) otro actor con registro conocido aunque no especialmente destacado, en este momento representa el papel de un patético personaje en el que resulta imposible destacar ninguna virtud interpretativa, a pesar de que a lo largo de su discreta carrera a demostrado tener talento como se puede apreciar en “Willard”.
También volvemos a contar con Tom Savini en el apartado de los efectos visuales, en esta ocasión mucho más vertiginosos y menos elaborados que en ocasiones precedentes, pero convincentes, cumpliendo con lo previsto, Manfredini también repite en el score, si acaso retoca o añade levemente algún tema por lo demás respeta su propio trabajo sin sudar demasiado.
Por lo que respecta al desarrollo del film, es tan elemental como de costumbre, los chicos jóvenes se lo pasan en grande ávidos de sexo hasta que Jason entra en escena, cadáveres atravesando las ventanas volando y una vez más será la chica más contenida y sexualmente responsable la que más posibilidades de sobrevivir tendrá y esta no será otra que la hermana de Tommy el niño obsesionado por las máscaras, que tendrá la respuesta para confundir la conciencia de Jason y poder darle la estocada definitiva a base de machetazos. Indudablemente veremos otra vez el rostro desfigurado de nuestro protagonista, quedando patente que el diseño facial de éste cambia siempre de un film a otro, el plano final es la de un Tommy Jarvis con cara traumática que da la impresión de ocultar más de lo que vemos. La sensación era la de que realmente podría haber sido la última de las películas porque Jason por fin parece morir de una manera definitiva y que por razones comerciales no sería. Aunque todas las películas disponían de presupuestos muy bajos, la rentabilidad de todas ellas estaba fuera de duda, puesto que contaban con la fidelidad de un sector que garantizaba ese éxito relativo.

El DVD: Editado por Paramount, respeta el formato original 1:78, es anamórfica, la calidad de imagen es justa, sin ser mala se aprecian defectos de compresión en forma de macrobloques y ruido de mosquito en los fondos oscuros. El sonido es monofónico tanto en castellano como en inglés. Carece de extras.

Viernes 13 (5ª Parte) (Un nuevo comienzo) (1985)

Pues un año es lo que tardó en volver a repetirse la historia y pasamos del “Capítulo final” a “A new beginning (Un nuevo comienzo)”, a pesar de que a Jason lo dejamos bien rematado, a los productores no les importaba demasiado que careciera de sentido seguir haciendo películas sobre el personaje y sí pensaron que lo que no tenía sentido era no continuar después de ingresar unos 30 millones de dólares habiendo invertido menos de dos. De modo que una vuelta de tuerca al título y un poco (muy poco) de imaginación podría permitir continuar haciendo caja. Ahora nos centramos en Tommy Jarvis el niño interpretado por Corey Feldman y que hace una breve aparición en el prólogo de esta película. En lugar de trasladarnos al final anterior, como era costumbre aquí vamos directamente al presente en el que Tommy está traumatizado por lo hechos sucedidos y sufre constantes pesadillas que lo llevan a una institución mental un tanto especial por cuanto esta se encuentra en una especie de refugio para jóvenes problemáticos que está situada en un paraje boscoso. Allí veremos el perfil de siempre, carne joven para nuestro psicópata, cuya identidad en este caso es un tanto más misteriosa ya que damos por sentado la muerte de Jason, el reparto es desconocido al completo, la dirección corre por cuenta de Danny Steinmann del que no conozco registro alguno, Harry Manfredini continúa al mando de la música y Frank Mancuso Jr. en labores de producción, de nuevo Tom Savini desaparece del apartado de efectos visuales, lo cual se nota pues sin ser malos están mucho menos trabajados y no resultan impactantes, la mayor parte de ellos están manufacturados mediante cortes rápidos de tomas en los que se centra la atención al primer plano de la víctima. La acción se agrupa en el comportamiento de Tommy muy tocado de su encuentro con Jason y sospechoso principal de todo lo que acontece y los asesinatos que se van sucediendo, por otra parte están los chicos y el director del centro y su ayudante, hay pocos protagonistas, una mujer y su hijos, ambos con un grado de retraso mental alarmante y de los que esperas desaparezcan pronto de escena por lo insoportables que resultan, el Sheriff del lugar y poco más, curioso el elenco del reparto pues la mayoría más que locos parecen retrasados mentales. El planteamiento no está tan mal como en general se han cebado siempre con este film, la premisa tiene una cierta lógica y aunque no esté bien desarrollada se deja ver, hay varios desnudos femeninos otra de las pautas que siguen estos films y como parte de la saga se halla en medio de un evidente cambio, por un lado marca un final aunque el sobretítulo diga lo contrario y por otro da pie al resto de continuaciones que entrarán con ideas aún más irracionales para continuar.
Al final resulta que Jason está realmente muerto y será un sanitario el asesino vengándose por la muerte de su hijo, uno de esos retrasados que aparece al principio de la película y es masacrado por otro loco a base de hachazos. En lugar de vengarse del homicida de su hijo decide tomarla con todo bicho viviente utilizando el método Jason. Aunque Tommy no resulta ser el culpable en la última escena nos vuelve a trasladar la sensación de que la energía de Jason está presente en él y finalmente se apodera de éste. Un final otra vez inconcluso en lo que no se sabe muy bien lo que realmente sucede y por supuesto deja la puerta abierta a más continuaciones.

El DVD: También editado por Paramount, recordemos que tan sólo la primera pertenece a Warner en distribución internacional, tiene una muy buena calidad de imagen, exenta de defectos con bastante nitidez, sorprendente para un film de bajo presupuesto. El sonido es mono tanto en castellano como en inglés sin nada apreciable que destacar. El único extra disponible es el trailer.

Viernes 13 (6ª Parte) (Jason vive) (1986)

Tras el paréntesis de la quinta parte en la que el asesino de la máscara no aparece, es decir que realmente está muerto y puesto que la originalidad brilla por su ausencia el título de “Jason lives (Jason vive)” fue lo mejor que se les ocurrió, el film anterior no funcionó mal, así que a seguir explotando lo que carece de sentido. Esta película fue la primera que nos llegó directamente al mercado videográfico, así que en su momento la vimos en nuestros míticos videos VHS o Beta, no fue estrenada en los cines españoles (por suerte). La premisa argumental que nos dejó el anterior episodio aventuraba que Tommy Jarvis, el niño que acabó con la vida terrenal de Jason podría convertirse paradójicamente en su sucesor a tenor por las secuelas psicológicas que le dejó. Pero nada más lejos de la realidad, los productores decidieron recuperar como fuere a Jason, pensaron que un joven Jarvis no tendría el mismo tirón comercial que el viejo Jason, de modo que ¿cómo hacerlo si está muerto? Pues de la forma más caricaturesca, el inicio nos presenta Jarvis eufórico por ir en busca de la tumba de Jason, aunque éste yace muerto y bien enterrado, el gilipollas (perdón por la expresión) de Tommy decide tocarle la moral y clavarle una barra de acero ¿quién sabe porqué? y mira por donde de repente cae un rayo en ella cuando está clavada en él, y por medio del efecto Frankenstein Jason vuelve a la vida. En lugar de acabar con el imbécil de Tommy lo hace con su acompañante (cosas de la vida). Y así es como Jason oficialmente se convierte en un zombie, de modo que podemos intuir que si hasta ahora era complicado acabar con su vida ahora lo será aún más teniendo en cuenta que ya no tiene vida con la que terminar. Anecdóticamente podemos ver dos caras un tanto conocidas, Tony Goldwin siempre conocido por su papel de villano en “Ghost” y que será una de las primeras víctimas y Jennifer Cooke la niña de las estrellas de la serie “V”, el resto del reparto como es habitual es del todo desconocido. El tono paródico es una de las características que la saga va adoptando, con estos guiones, la seriedad es insostenible, ésta es reconocible incluso en los títulos de crédito en los que aparece un Jason Bond arrojando el machete hacia la cámara y tiñendo de rojo la pantalla en una parodia sobre el inicio de las películas del legendario espía británico, lo que nos da una idea de por donde van los tiros, las siguientes víctimas son tan patéticas que parecen elaboradas para películas del estilo “Aterriza como puedas”. Dirigida por Tom McLoughlin un completo desconocido cuya faceta como realizador es mediocre, a tono con el film, posiblemente el más flojo de todos, ya que ni es divertido y menos aún infunde terror alguno, es una laguna inundada por la sin razón de un guión esquizofrénico cuya tendencia a enredar la trama no hace sino empeorarlo. Las muertes son el reciclaje de lo más simple, no sólo no aportan nada sino que están salpicadas de los tópicos más molestos y previsibles. En la historia Tommy después de haber sido tan gilipollas como para resucitar su peor pesadilla deambula de un sitio para otro hasta parar en la comisaría del Sheriff al que tratará de convencer de que Jason está vivo y sigue haciendo de las suyas, como es natural éste no le creerá, no obstante tiene una bonita hija que sí lo hará y rápidamente se enamorará de él, siendo así la persona que compartirá su aventura. Al final el despropósito se precipitará en un final rocambolesco en el que Tommy se mete en un bote donde atraerá a Jason para catapultarlo al fondo del lago mediante unas cadenas y una piedra. El film es desde luego de lo más pintoresco, resucita en todos los sentidos lo peor de la saga y lo materializa con una vulgaridad alarmante, una película olvidable que tiene como única reseña formar parte de la mitología del personaje.
El DVD: Editado por Paramount, respeta el formato 1:78, es anamórfico y su calidad es aceptable tirando a buena, el sonido es monofónico para la pista de audio en castellano y Dolby Surround para la versión original. Como único extra encontramos el trailer.

Viernes 13 (7ª Parte) (La película) (1988)

Rebautizada en España con el sobrenombre de “La película” en su título original era en realidad “The new blood” (la sangre nueva), que tampoco es que le diera mucha coherencia, aunque lo de “La película” habría que preguntar a quién se le ocurrió la razón para imprimir esa especie de slogan. En el conjunto total de lo que es el film tratan de introducir otro elemento sobrenatural, en este caso los poderes mentales de una joven que está atormentada por la muerte de su padre, de la que se culpa. La terapia consistirá en volver a la casa junto al lago en la que su padre perdió la vida en un intento por superarlo, pero contrariamente a una recuperación el psiquiatra que la trata no pretende sino experimentar con la telequinesia que posee la chica para tratar de sacar provecho, algo que su madre por supuesto desconoce. Casi por casualidad en un intento por resucitar a su padre del lago emplea sus poderes, lo que no sabe es que quién lo hará no será otro que Jason Voorhies, ahora un zombie en toda regla prácticamente indestructible. Como sucediera con la sexta parte esta séptima la veríamos directamente en VHS, su look delata esa premura de medios más propios de la televisión que del cine, incluso los doblajes en nuestro país delatan claramente esa condición.
El encargado de dirigir este film fue John Carl Buechler, un desconocido director que no aportó absolutamente nada a destacar, más bien casi lo contrario, Mancuso también olvida las labores de producción y Manfredini figura en la partitura junto al también desconocido Fred Mollin que se haría cargo de la octava entrega, salvo el siseo clásico intentar reconocer a Manfredini en esta ocasión es prácticamente imposible.
El tono general es de Serie B reciclada, es recordada exclusivamente por pertenecer a la saga, aún así parece contar con el agrado de bastantes seguidores, algo que no comprendo muy bien, porque lo cierto es que es muy flojita. El desarrollo es el de siempre, la chica conoce a un chico del que se enamora rápidamente y como es muy cauta y reservada podrá aprovechar la ocasión para utilizar sus habilidades al final de la película, un final realmente risible, casi paródico y previsible en el que cuando todo parezca perdido su padre resucitado arrastrará a Jason nuevamente al fondo del lago.

El DVD: Editado por Paramount tiene una calidad de imagen correcta muy televisiva sin defectos apreciables, por primera vez se incluye una pista Dolby Surround en castellano y Dolby Digital 5.1 para versión original.

Viernes 13 (8ª Parte) (Jason vuelve... para siempre) (1989)

En el título original “Jason takes Manhattan” (Jason toma Manhattan) hace una clara referencia al lugar donde terminará desarrollándose este film y que no deja de ser caricaturesco, escrita y dirigida por Rob Hedden es un ejercicio más televisivo que otra cosa, Harry Manfredini desaparece de la partitura musical que en esta ocasión se apoya más en temas de canciones musicales, el resto está compuesto por el desconocido Fred Mollin que no hace ningún trabajo a destacar.
La película comienza como siempre en Crystal Lake, esta vez una pareja en una embarcación decide echar el ancha para calentar un poco el ambiente, con tan mala suerte que este va a caer justo al lado de un cable de alta tensión que está aparcado junto al “cadáver” de Jason, y claro se forma una especie de cortocircuito cuya consecuencia es la inevitable re-resurrección de nuestro amigo de la máscara que no dudará en aplicar la marcha atrás a los calientes pasajeros de la embarcación. Y el bueno de Jason se encontrará la mar de cómodo por lo que decide hacer un crucero por el río hasta que finalmente llega al mar o más concretamente hasta el puerto donde un puñado de jovencitos (que casualidad) realizan una excursión a través del colegio y se dirigen a Nueva York. Cambiamos entonces de ambiente y Jason se sube a este barco para continuar desarrollando su función, que por supuesto ya conocemos al dedillo y en un barco grande y lleno de artículos de toda clase podrá utilizar unos cuantos artilugios diferentes para saciar su apetito de sangre. De las figuras protagonistas vemos a una joven Kelly Hu, una actriz que si bien no es especialmente conocida se la puede recordar por su participación en “El Rey Scorpion” o “X-Men 2”, el resto del reparto es como de costumbre un elenco de desconocidos de limitadas dotes interpretativas. Jason está interpretado nuevamente por Kane Hodder, papel que realizó en 3 ocasiones, convirtiéndolo en el actor que más veces se enfundó la máscara de Hockey. Por lo que respecta al film no hay nada a destacar, la baja de calidad del mismo no invita a recordarlo sino como una mera anécdota, al igual que lo sucedido con las partes 6 y 7, donde se aprecia un considerable bajón cualitativo. Aquí incluso el guión desafía cualquier lógica, si la motivación de Jason fue siempre la de masacrar a todos los visitantes de Crystal Lake ¿porqué persiste en hacerlo fuera de allí y con jovencitos que ni siquiera se encuentran en ese ambiente? Cierto es, que visto el punto en el que nos hallamos tampoco tiene demasiado sentido buscar un porqué a lo que no es otra cosa que una incógnita más dentro de un universo que hace tiempo se desvirtuó.
El desarrollo sigue con el mismo descaro los mismos parámetros que anteriormente, intuimos quiénes van morir y nos limitamos a esperar que suceda, el barco ofrece un marco nuevo pero no especialmente interesante por lo reiterativo que llega a resultar. Una vez en Manhattan, seguimos con más de lo mismo, la película sigue más por la senda de la parodia que cualquier otro género, no se puede hablar de terror pues éste brilla por su ausencia, cabe destacar como anécdota simpática como Jason pasa desapercibo por la ciudad, dando a entender la extrañeza de esa ciudad, en la que cualquiera por raro que parezca no es merecedor de una atención especial, graciosa es la escena en la que Jason da una patada al radio-cassette de unos gamberros que se aventuran a ir a por él, Jason se da la vuelta se levanta la máscara y éstos huyen espantados o cómo Jason decapita a uno de los jóvenes en una especie de combate de boxeo, lo que nos da una idea de por donde se mueve el film. Tras una larga persecución por las calles (Jason parece tener un GPS para seguirles) es finalmente en una cloaca donde los residuos tóxicos acaban finalmente con él.
El declive de la serie pudiera tener su mayor exponente en esta entrega, entre otras cosas por tratar de ofrecer algo nuevo sin aportar absolutamente nada y destrozando el origen de su situación geográfica que no es otra que el propio lago.

El DVD: Editado por Paramount tiene una buena calidad de imagen con una tasa de bits alta, el sonido es Dolby Surround tanto para la pista en castellano como para la original en inglés. Es anamórfico y respeta el formato original 1:78. Carece de extras

Jason X

Doce años después la saga se recupera de una manera un tanto particular, hablar de la manera en que se hace es algo que entiendo sería perder el tiempo y más bien diré a todo aquel interesado en el tema que esta nueva entrega está dentro de un mundo en el que la diversión no tiene nada que ver con el terror, es como un videojuego al que en un momento concreto dos de los protagonistas están jugando. Paramount abandona la saga y es New Line que también adoptaría “Freddy vs Jason” quien se haría cargo de esta “continuación”, lo entrecomillo porque el comienzo no se ubica en el final de la última película, sino que más bien se genera una invención en una época futura en la que tienen a Jason preso como razón de estudio, bien atadito y con una pose más parecida a la de Hannibal Lecter que a la de Jason Voorhies sobretodo por esa nueva máscara que recuerda bastante al caníbal de Thomas Harris. En las facetas técnicas recuperamos a Sean S. Cunningham un tanto perdido en la faceta de productor y a Harry Manfredini en las labores de composición, por lo que respecta a Jason también regresa Kane Hodder para ponerse la máscara y Jim Isaac se encarga de la dirección, otro director inédito cuyo registro es desconocido si es que no se limita exclusivamente a esta película. Es de suponer que en un intento por reiniciar lo abandonado hace tantos años la idea era la de cambiar por completo el origen, para ello se utiliza la descabellada idea de situar la acción en el futuro donde Jason ha pasado siglos criogenizado y por supuesto su leyenda a perdurado, hasta tal punto que sólo es necesario descongelarlo como a una merluza para continúe con su rol. Así cambiamos el campamento por una nave espacial, en ella las costumbres no difieren demasiado con respecto a las que realizaban sus antepasados, de modo que el sexo sigue siendo el motor de respuesta para que Jason se siga cabreando con los jóvenes calientes y les de una buena ración de hierro a sus tripas. Lo más atrayente no es su factura, que es decididamente mala sino lo divertida que puede llegar a resultar viéndola con la perspectiva adecuada, es decir una parodia de género que no tiene otro objetivo que el de pasar un rato divertido y desenfadado. Que es prácticamente una comedia se ve por todas partes, pues todas las muertes están salpicadas de humor previo y lo culmina al final transformando a Jason en una especie robot genético asesino mejorado, algo que supone la culminación del desquicio.
Por su desarrollo final parece ser un punto y final, eso sí teniendo muy presente el remake del 2009, aunque éste nada tiene que ver esto.
El DVD: Editado por Aurum respeta el formato cinematográfico 1:85, es anamórfico y tiene una buena calidad de imagen acorde a una producción reciente, a diferencia de las partes 6, 7 y 8 ésta sí tuvo estreno cinematográfico en nuestro país, el sonido es un correcto y efectivo Dolby Digital 5.1 para la versión original y un Dolby Surround para la versión original. Los contenidos extras son “Entrevistas con el director y el reparto”, “Trailer”, “Filmografías”, “Fichas técnicas” e “Imágenes del rodaje”.

Viernes 13 (2009) El remake

Casi inevitable era que en los tiempos actuales se revisara una saga que ha dado tanto que hablar, por ello el 2009 era el momento de resucitar la leyenda de Jason Voorhies y adaptarla a la corriente actual. Ha sido la productora Platinum Dunes de Michael Bay la encargada de hacerlo posible, una productora que se caracteriza por realizar remakes de clásicos del terror de los 70 y 80 (“La matanza de Texas”, “The Amityville horror (La morada del miedo)”, “Carretera al infierno” y ahora en preparación “Pesadilla en Elm Street”), películas realizadas con presupuestos ajustados pero con una buena factura que lucen bien en pantalla. Para llevar a cabo “Viernes 13” Bay decidió acertadamente contar de nuevo con Marcus Nispel en la dirección con quien ya trabajó en la magnífica “La matanza de Texas (2004)” en la cual logró superar ampliamente a su original en todos los aspectos. Una de las cuestiones que seguramente se plantearon a la hora de elaborar la historia era dónde ubicarla, puesto que no podemos eludir una circunstancia tan notoria como el hecho de que Jason no es el protagonista de la primera parte y sin su presencia poco sentido tendría el remake habida cuenta de que el alma de esta saga es sin duda alguna él. Por ello el film de Nispel ha decidido tomar como referencia los tres primeros episodios, especialmente el segundo y tercer acto teniendo como prólogo el final del film original con la muerte de la Sra. Voorhies que da origen al nacimiento de Jason que desde niño se criará en solitario y marcará Crystal Lake como su territorio y zona de caza. El resto de la película será un referente de dos las dos secuelas posteriores en las que Jason evolucionará de la capucha que cubre su cara en la segunda parte al momento clave en la que la viste con la archifamosa máscara de Hockey, el momento más esperado por los seguidores de la saga y que originalmente no se produciría hasta la tercera parte. Por lo que se refiere a Jason hay que destacar una evolución considerable en el personaje, el Jason de Nispel es considerablemente más visceral y contundente de lo que estábamos acostumbrados en el personaje creado por Victor Miller, no encontraremos al Jason estático sino que corre, caza y se humaniza en la faceta de superviviente, vemos un entorno más lógico que responde a preguntas que siempre nos hicimos. Y hablando del argumento si bien hay que reconocer que ofrece algo más de profundidad narrativa el guión no queda exento de controversias argumentales que rompen con la iniciativa original, es decir que lo ganado por un sitio lo perdemos por otro quedando en el inicio y su final dos importantes debates. La primera se produce en el prólogo, cuando la madre de nuestro asesino decide acabar con la última víctima que la queda, a la culpa de la muerte de su hijo, momento en el que la víctima la cercena la cabeza en un desesperado intento por defenderse, una vez muerta aparece Jason niño y recoge el machete a modo de testigo para vengar (ahora él) a su madre, lo que nos deja un tanto descolocados pues si estaba vivo ¿a qué viene la venganza de su madre? La segunda está justamente al final, una vez que los dos hermanos supervivientes han “acabado” con Jason lo arrastran hasta el embarcadero y lo arrojan al fondo del lago, algo absolutamente incomprensible y carente de lógica pues cuando llegue la policía ¿quién dirán que era el asesino y cómo justificarán lo sucedido, porqué lo arrojan al fondo del lago? No debemos tomar tampoco al pie de la letra todas las licencias artísticas que los guionistas se toman sin tener en cuenta los agujeros que dejan atrás, si es que pretendemos disfrutar de la película, hay que reconocer que está bien elaborada y logra ampliamente los objetivos propuestos respetando el carácter natural de los personajes. Estos en su mayoría son desconocidos, el rostro más familiar que encontraremos es el Jared Paladecki al que muchos recordarán por su papel de Sam en la serie “Sobrenatural”, en la película resultará ser el más honesto y principal de los personajes interpretando a un chico desesperado por encontrar a su hermana que ha desaparecido en la zona junto a otros jóvenes, el resto está compuesto por caras y cuerpos bonitos que pondrán su dosis de sexo habitual en este tipo de producciones y que es bastante más explícito de lo aportado en las películas de los 80. Lo demás no tiene nada de extraordinario, grupo de chicos guapos se propone pasar un fin de semana en la cabaña propiedad de uno de ellos y dentro del territorio de Jason, el resto ya lo podemos intuir.
Otra de las consecuencias inevitables a tratar es el apartado musical, el siseo de Manfredini es lo único reconocible de su composición original y lo podemos apreciar de una manera bastante sutil, el resto es obra de Steve Jablonski habitual de Michael Bay y de la productora Platinum Dunes, que logra un score muy efectivo, demostrando la capacidad creativa de este compositor al que debemos tener muy en cuenta.
La conclusión final es la de tener delante otro buen remake, un traje nuevo para una película que no envejeció muy bien, la película de Cunninghan (aquí productor) es un valor para los nostálgicos de los 80, pero carente de interés para las nuevas generaciones que verán con mayor agrado esta nueva filmación, que seguramente tendrá una pronta continuación en la que quizás aporten algo de sentido a las dudas argumentales planteadas anteriormente, aunque sea como fuere “Viernes 13” parece no tener fin.

El Blu-ray

La HD (Alta definición) es el medio audiovisual perfecto que mejor nos permite disfrutar de nuestras películas en casa, por supuesto esta novedad no puede faltar dentro del formato. La calidad es francamente buena, en determinados planos los rostros de los personajes aparecen borrosos dando la impresión de un uso abusivo de DNR aunque parece un efecto deliberado creado para la película, en el resto la nitidez es muy alta y los pasajes boscosos lucen realmente bien, el sonido es un Dolby Digital 5.1 a 640kps contundente y muy apropiado para este film, la VO tiene un Dolby True-HD bastante similar a la pista en castellano. El apartado de extras se queda bastante escaso para lo que uno espera, consta de dos documentales ofrecidos en HD de unos 11 minutos de duración en cada uno en el que director y protagonistas hablan sobre la realización de la película, están bien y son interesantes pero se antoja muy poca cosa. También tiene un apartado para escenas eliminadas en ingles subtitulado al castellano bastante interesantes con una escena alternativa a la puesta de máscara de Jason.
En general se puede decir que es una buena edición que cojea un poco en el apartado de extras, por lo demás imprescindible para cualquier fan.